LA ARQUITECTURA PASIVA
FUNDAMENTOS DE LA ARQUITECTURA PASIVA
La SBA, Sustainable Buildin Aliance establece el consumo energético de un edificio en base a el consumo de energía de calefacción y refrigeración, de agua caliente sanitaria, de energía eléctrica (sin calefacción ni refrigeración), de agua potable y de agua no potable (para riego y otros usos).
Estos consumos emiten gases efecto invernadero y son perjudiciales al Medio Ambiente por lo que debemos optimizar la calidad pasiva del edificio así como la eficiencia de los sistemas activos (generación, distribución y unidades terminales).
La demanda energética de un edificio viene determinada por diversos factores:
- calidad de la envolvente térmica condicionados por la conducción, convección y radiación de calor optimizada aumentando el aislamiento y reduciendo los puentes térmicos
- calidad de la hermeticidad de la edifcación, condicionada por la precariedad de la envolvente térmica
- ganancias por radiación solar
- ganancias generadas por el uso (calor interno: personas, iluminación, electrodomésticos,…)
Así, un edificio pasivo se ve condicionado por:
- su orientación
- su compacidad
- su protección solar
- calidad de la envolvente térmica (muros y huecos)
- hermetificad al paso del aire
- optimización de la ventilación
- otros aspectos según su singularidad (uso, constructiva,…)
Todos estos aspectos no son un imperativo que perjudique o limite la calidad arquitectónica del edificio pasivo sino una herramienta más para obtener una arquitectura de calidad.
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